Ocurrió en el año 1930, y me lo
contó una de sus protagonistas, mi abuela. Habían ido de vacaciones de verano a
las sierras de Córdoba, y ese día estaban en Río Ceballos. Estacionaron el auto
en la calle principal y salieron a caminar por el pueblo. Cuando volvieron, se
dieron cuenta que les habían robado algunas cosas que estaban adentro del auto,
entre ellas, una cámara de fotos Kodak. Mi abuelo hizo la denuncia a la policía. Al día
siguiente, en el diario local, salió la noticia, que empezaba más o menos así:
"El señor Valentín Ramírez (mi abuelo), denunció que en el día de ayer, le
sustrajeron...". Al final de la noticia, como cierre, el periodista
escribió: "LE DEJARON EL AUTO Y TODAVÍA SE QUEJA".
No hay comentarios:
Publicar un comentario